Nuestro municipio de Teloloapan con su riqueza histórica y natural tiene un potencial turístico que otros lugares quisieran tener y que se está desaprovechando. El escritor teloloapense Mario F. Delgado Castro, a invitación de un grupo de tres espeleólogos y exploradores expertos con gran reputación internacional, encabezados por el maestro Sergio Santana Muñoz, entre otras cosas reconocido como uno de los fundadores de los Topos y de la Unión de Rescate e Investigación de Oquedades Naturales A.C. (URION), junto con Alejandro Pacheco Ramírez e Ignacio Vega Solano, miembros del grupo URION, acompañados en esta travesía también por nuestro amigo Anacleto Enríquez Bahena, comandante del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) en Teloloapan, emprendieron durante tres días la exploración de tres oquedades naturales en el municipio de Teloloapan, empezando por las grutas de Atlalá, a las afueras de Teloloapan; las grutas de El Mirador, en las cercanías de Los Sauces y finalizando con el Texcal del Zopilote, también a las afueras de Teloloapan.
La primer expedición ocurrió en las grutas de Atlalá, ubicadas a las orillas de Teloloapan, lastimosamente vandalizadas y contaminadas por los mismos teloloapenses, donde se realizó un recorrido de aproximadamente 7 horas en tres etapas, llegando a puntos donde de acuerdo con la opinión de los expertos, nunca antes nadie había llegado por su complicación, habiendo peligrosas caídas de entre 10 y 12 metros.
La primer etapa del recorrido en Atlalá consistió en una expedición de 3 horas y media aproximadamente, entre bordes, corrientes de agua y estancamientos, donde todavía cualquiera con la osadía y el valor suficiente puede internarse, todo esto hasta llegar a una caída libre de entre 10 y 12 metros de profundidad, donde fue imposible continuar el paso para nosotros los inexpertos por su peligrosidad y por la imposibilidad de tener puntos de agarre debido a lo resbaloso de las rocas húmedas.
Sin embargo, los tres espeleólogos expertos gracias a su experiencia, herramientas y equipo profesional sí pudieron bajar y continuar con una segunda etapa del recorrido, narrando que andando más adelante localizaron una laguna profunda y de grandes dimensiones, que fue preciso sortear con precaución debido a la pesadez del equipo que llevaban y a que el techo de roca únicamente les permitía sacar sus cabezas.
Sorteado el peligro de la laguna, encontraron más adelante otra caída libre de unos 7 metros de altura, para lo que volvieron a echar mano de sus herramientas y equipo, bajando a la profundidad e iniciando con una tercera etapa del recorrido, encontrando más adelante una "laguna de la muerte", pantanosa y repleta de lodo fétido y pegajoso, donde todo movimiento era difícil y complicado, por lo que después de recorrerla un poco decidieron dar la retirada y emprender el camino de regreso, por el gran peligro que suponía seguir adentrándose en el fango.
Después de esto todos emprendimos la retirada y regresamos a la superficie.
De acuerdo con la opinión experimentada del maestro Sergio Santana y su equipo, es imposible que alguien haya llegado hasta donde ellos llegaron debido a las grandes barreras naturales que existen dentro de la gruta, y mucho menos con equipos rudimentarios y no profesionales, comentando que sería humanamente imposible sortear sin equipo de seguridad las caídas libres y las trampas de la laguna y del pantano.
Con esta travesía y basándonos en su opinión, descartamos la leyenda que señala que la gruta conecta a diversos edificios antiguos de la ciudad, a los que servía de ruta de escape, debido a que nadie podría escapar por ahí. También descartamos la leyenda que señala que se podía andarla siempre a pie, como si de un camino horizontal infinito se tratara. Eso sí, su final y hasta dónde llega, aún no lo sabemos...
Sin embargo, rescatamos y puntualizamos su belleza, su inmensidad y su gran potencial turístico, que en conjunto con otros atractivos históricos, culturales y naturales que tenemos puede servir para detonar la economía de nuestro municipio. También necesitamos tratar este atractivo con más respeto y responsabilidad, porque ha sido vandalizado y contaminado durante años por los mismos teloloapenses.
¡Esperen las publicaciones sobre las otras dos cuevas exploradas...!
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